Tailandia, 12 de julio (jueves, según el calendario del Windows): Koh Samui

Hoy a las 7:30 nos recogían para ir a la excursión al parque marino de Ang Thong. Tras media hora esperando y sin que nos recogiera nadie, entro en recepción a preguntar y se han olvidado de nosotros... Tardan 15 minutos en recogernos, y la barca zarpa a las 8:30. Somos los últimos en llegar, pero subimos al speed boat a tiempo.

El trayecto dura hora y media. No sabía si me marearía, pero en cuanto el capitán pisa el acelerador, la barca comienza a dar saltos y el agua a salpicar por todos sitios. Llegamos calados, y sin marearnos... con intentar no salir despedidos entre bote y bote teníamos suficiente.

Atan nuestra barca a otras dos más, nos dan los chalecos, y, ¡al agua patos!

Vi un par de peces nuevos que no había visto antes (me siento como Jacques Cousteau cuando me meto en el agua), y el fondo era muy bonito, me gustó casi más que el de ayer, pero como tenía mucha profundidad se veía peor…


Tras 40 minutos subí al bote porque tenía frío. Y la mayoría de gente estaba ya arriba, envueltos en toallas.



De ahí nos fuimos al lago esmeralda. A la cual llegamos en 30 minutos. Desembarcamos y empezamos a subir por las “escaleras”. Pero, si más que escaleras era una escala eso! Totalmente verticales y cabía medio pie mio escasamente.


Y el guía cerrándonos el paso, porque eramos las ultimas.

Llegamos ya arriba, a ver la laguna esmeralda. Dicha laguna es un lago de agua salada de color verde en medio de la isla. Paseo para hacer la foto, paseo para volver.


Después fuimos a otra isla, en la que viven 500 personas (la única habitada del parque), que son pescadores. Hay un restaurante donde comemos, y luego damos un paseo por el pueblo, que son básicamente casas hechas con latas, eso si, con frigo y tele, y lleno de perros y gatos y gallos. Lo de los perros me dio algo de miedo asi que nos dimos la vuelta y no vimos más.


De ahí, al bote y a ver la isla de James Bond (un peñasco en medio del mar) y a la isla de enfrente a hacer kayak.

Como yo no tenía pareja de kayak, me tocó con el guía, así que fuimos los dos abriendo paso, y lo más rápidos (remaba fuerte el hombre). Fuimos rodeando un trozo de isla, luego hasta la de James Bond, la rodeamos y después volvimos. 


Nos dejaron una hora de relax en la playa de esa isla. La vuelta a casa con más saltos en la lancha, pero casi me duermo... se acaba acostumbrando uno.

Llegamos y como ninguna furgoneta iba para nuestro hotel, pudimos ir en una privada.

Llegamos al hotel y recuerdo que los jueves hay un cocktail party en la playa, con bebidas y snacks gratis. Y yo sin cenar y casi sin comer. Interesante…. Pues en 30 minutos q empieza habrá que ir. y, qué pasa nada más pienso eso? Que el monzón decide descargar toda su furia en ese preciso instante.

Después de intentar hacer alguna foto, que lógicamente no sale por la falta de luz, nos calzamos unas chanclas, nos remangamos los pantalones, cogemos los paraguas del hotel, y nos vamos al cocktail, que ya no es en la playa sino en el restaurante. Canapés, cocacola, una especie de doritos… picamos un poco, suficiente para quitar el hambre, y volvemos a la cabaña.