Lunes 11 de Agosto de 2014: Estambul

Después de la noche en el avión, llegamos a Estambul. El avión, casualmente, y el día que menos esperábamos, se adelanta. Llegamos a las 5 de la mañana. Y no tenemos que recoger maletas ni hacer nada, excepto desayunar. Asi que buscamos un Starbucks, que siempre tienen wifi.. excepto aquí. Hemos hecho tiempo y a las siete y media nos hemos ido hacia la salida de metro.

Hay que coger el metro (que no es subterráneo) y luego el tranvía. Para comprar el billete en las máquinas hay que meter primero el dinero y luego pedir el número de billetes que quieres, que cuestan lo mismo bajes donde bajes (4 LT). Y lo que te dan son tokens, fichas de plástico.

Escala de 12 horas en Estambul

En 50 minutos llegamos a Sultanhamet. Empieza a haber gente, pero corre el viento y hay cielo azul y no hay humedad… qué maravilla!!


Santa Sofía está cerrada por ser lunes, asi que nos tenemos que conformar con rodearla. 


Y de ahí vamos a la mezquita azul, la de los seis minaretes, que supuestamente abría a las 9, y cuando llegamos a menos diez resulta que hay una cola de 25 minutos. Han llegado tooodas las excursiones de los cruceros, hay riadas y riadas de gente por todo Estambul, tal y como comprobaríamos más tarde.


Entramos: pañuelo a la cabeza y zapatos a una bolsa.

Paseamos entre la gente, es preciosa.

Al salir vamos a la cisterna de Yerebatan. Es la única entrada que pagamos. Hay una cola enorme con un grupo muy numeroso de cruceristas, pero parece ser que hay otra cola para los no-grupos. Entramos.


Es enorme y bonita, con todas las columnas de estilo corintio, y al fondo las cabezas de medusas.


Cogemos el tranvía y cruzamos al otro lado del rio. Hacemos fotos y en el mismo tranvía (vamos, sin pagar vuelta) volvemos hasta Eminonu. Caminamos dirección a Rushtenpasa, y antes de perdernos preguntamos. Pues sí que está escondida sí.

La verdad es que está toda azulejada y es muy muy bonita. 


Bajamos por el bazar de las especias y buscamos una tienda que tenia falsificaciones. 


Pero no nos gustan asi que seguimos caminando y nos vamos andando hasta el Gran Bazar. De verdad, repleto de turistas. Españoles a patadas. Compramos un par de cosas y nos vamos al tranvía para volver a la cisterna. 


Vamos a comer en un sitio llamado House of Medusa, con dos gatitos pequeños y por un precio bastante sensato teniendo en cuenta que es Estambul y que desde la mesa se ve Santa Sofía.


Al acabar no hemos sabido que hacer. El calor es insoportable, y todas las terrazas están llenas de gente comiendo, no tomandose una cocacola… nos hemos sentado en un parque pero hacía demasiado calor, asi que finalmente hemos decidido irnos al aeropuerto. Hemos visto mucho más de lo que pretendíamos y estamos muy cansados.


Como guardamos la contraseña del wifi de la sala lounge (de cuando el retraso de seis horas) nos hemos sentado en el bar de al lado a hacer tiempo. El aeropuerto de Estambul es un caos, mucha gente, y aquí estamos aislados y fresquitos.

A las siete embarcamos, y en tres horas estamos en España.

Muy cansados, pero contentos. Ha sido un viaje perfecto.