Sábado, 8 de abril de 2017

El repiqueteo del agua sobre los canalones metálicos del edificio me ha despertado varias veces. De momento la predicción del tiempo se cumple, y como prometía, se ha pasado la noche lloviendo.

Lo que no esperaba era que, al despertar, estuviera nevando. No son copos grandes, pero la temperatura ha bajado y todo lo que pensábamos caminar y ver ahora no sea quizás tan viable.

En una hora reorganizamos las visitas, segundo cambio de planes en dos días.

Comenzamos visitando la catedral de San Isaac. Desde el apartamento vemos la cúpula, que augura otra iglesia normalita. En el camino pasamos por el almirantazgo, antigua sede de la Escuela de Almirantes Imperiales Rusos, y por el hotel Four Seasons.

Al doblar la esquina me quedo sin palabras. Ante mí se levanta un edificio de altas y anchas columnas, con un enorme frontón triangular. Me sorprende, mucho.

Exterior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Pagamos la entrada, 250 rublos (algo más de 4 euros) cada, sin subir al mirador, ya que son bastantes escaleras y el día está bastante feo.

Nota: se entra por el parque que está más alejado del rio Neva, pero las entradas se compran en la esquina de la Catedral con el hotel Four Seasons.

Si por fuera me ha parecido impresionante, al entrar me he quedado sin palabras: sobre una planta con forma de cruz griega se levanta la catedral, ahora museo, entre suelos y paredes de mármol y granito, con pinturas en cada pared y techo. Adornos de malaquita, lapislázuli; esculturas, mosaicos… y oro, mucho oro. Para la cúpula dicen que se emplearon casi 100 kilos de oro.

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Fue construida a principios del siglo XIX, y, bueno. Acabáis de ver las fotos. Me he quedado sin palabras. Es enorme además, con capacidad para 14 mil personas.

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

También merece la pena pararse en las enormes puertas de bronce, llenas de relieves.

Interior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Tras media hora de visita, ponemos rumbo al Palacio de Yusupov, a unos 15 minutos andando a paso ligero. Empezó a nevar un poco más, casi tipo granizo, pero paró en breve.


Exterior de la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

(Continuará.... )

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PD.- He decidido partir las entradas de un día en varias etapas, para que no se haga muy largo. Espero no haberme equivocado, pero de ser así, no dudéis en dejarme un comentario. ¡Gracias!