7 y 8 de Agosto de 2017

Hemos volado con Qatar Airways, con unos billetes bastante baratos que encontré en Enero, a la vez que compré también los de Sri Lanka.


Y creo que es la primera vez que aterrizamos con algo de retraso, apenas media hora.

Hay una gran cola para pasar los controles de inmigración. Sin llegar a poner un pie en el país, ya me he llevado mi primera reprimenda a gritos por haberme confundido de cola.

Tengo que reconocer que no tengo muchas esperanzas en los chinos: cada vez que he coincidido con ellos de turismo o en aeropuertos, me han parecido unos voceones maleducados a los que les encanta colarse y empujar. Por internet no he leído descripciones muy diferentes: irrespetuosos, pasan olímpicamente de los occidentales, no hablan inglés ni se preocupan por ayudarte…

Una vez pasada inmigración, tengo dos tareas que cumplir: cambiar dinero y comprar una tarjeta SIM.

Ninguna de las dos tareas llegan a buen puerto… el cambio está a 7’42 (y en internet el cambio está a 7’9), y la SIM con 150 minutos en llamadas y 2 GB cuesta 300 yuanes (40 euros), que me parece un robo.

Saco dinero de un cajero que hay en la sala de recogida de maletas, con la tarjeta EVO. En el momento no sé qué cambio me aplican, pero una semana más tarde entro en mi cuenta y veo que el cambio aplicado es de 7’66. Es decir, excelente. Y, gracias a dios, porque quería sacar 25 euros pero me confundí con las prisas y acabé sacando 250…

Al salir os perseguirán hombres al grito de “Taxi! Taxi!”. Ni os paréis: nos pidieron 200 yuanes por hacer 5 km… además seguimos caminando hacia la parada oficial, subimos en el taxi, enseñamos la dirección del hotel y señalamos el taxímetro, lo enciende... y la carrera cuesta 33 yuanes. Casi casi “lo mismo” que pedía el taxi no-oficial.


Enciendo el móvil en el hotel, y recibo un email de Ctrip, web en la que hemos comprado los vuelos internos para el itinerario de China. El contenido del mail no puede ser peor:

Se acaba de producir un terremoto de nivel 7 en la escala de Ritcher a 10 km de Jiuzhaigou.

Nosotros vamos a Jiuzhaigou en 7 días.

Abrimos la VPN y googleamos información sobre el terremoto. De momento todo es muy confuso y no hay apenas noticias.

Es tarde y mañana sobre las 5 nos levantaremos para ir al aeropuerto a coger un vuelo a Datong, donde nos espera un coche para llevarnos de visitas y después a coger un tren nocturno a Pingyao (quedaros con esto, que es importante para la parte 2 del post).

Datos prácticos del viaje a China


Billetes de Qatar Airways: Madrid-Doha-Shanghai, Shanghai-Doha-Madrid: 560 euros.

Visa obtenida en el centro de visados chino de Madrid: 126 euros por persona, tardan 6 días en expedirlo.

Tarjeta SIM: en el siguiente post tendréis la información.

Cambio: malísimo en el aeropuerto. Con la tarjeta EVO muy bien.

Hotel en el aeropuerto: Jingjiang Inn Shanghai Pudong Jichangzhen. Limpio y correcto. Buen wifi. No hablan inglés pero el traductor de google (escribir, traducir, enseñar pantalla, y esperar los mismos pasos por parte del interlocutor) funciona a las mil maravillas. Tienen shuttle gratuito de y al aeropuerto… pero olvidaros de encontrarlo desde el aeropuerto. Para ir desde el hotel sí, genial.


VPN: compramos un mes con ExpressVPN y no está funcionando mal. El problema es el mal internet que hay, pero contra eso no podemos luchar. Explicación de lo que es una VPN y cómo configurarlo, en este enlace.

Ctrip: los vuelos los hemos comprado en esta web. Ha funcionado perfectamente. También venden billetes de tren y hoteles, pero esto no lo hemos probado.

Para no perderte el resto del viaje, suscríbete.
O dale al megusta en facebook.