Oporto, del 26 al 29 de Diciembre de 2010

Sé que llega un poco tarde, pero más vale tarde que nunca. Empezaré contando algunos datos que creo de interés, como por ejemplo el tiempo que nos hizo.

Vistas de Oporto

Tiempo: llovió los 3 dias (quizás pudimos pasear 2 o 3 horas sin tener el paraguas abierto), hizo MUCHO frío el primer día (coincidió con la ola de frío polar que llegó a la península), pero los otros días fue bastante sobrellevable la temperatura.

Alojamiento: Oporto City Apartments, en todo el centro, mejor ubicados imposible. No disponen de wifi.


Viaje: fuimos en coche. ¡Ojo on los peajes portugueses! Se avisan a menos de 500 metros del peaje, en curvas, y cuando ya estás en un trozo de carretera con seis carriles, de los cuales 4 están marcados con una V de color verde y dos (los de la izquierda) con un dibujo rojo. 
Los de la V son para portugueses, los extranjeros DEBEMOS ir por los rojos para pagar en metálico. Si por casualidad vas por el carril de la izquierda y no te da tiempo (o te da tiempo pero prefieres no comerte a los veinte coches que vienen por tu derecha) a pagar, te pondrán una multa que te mandarán a casa (a España). No te hacen ningún tipo de rebaja por pagar antes de 48h ni nada. A mi no me llegó la multa, pero más vale prevenir que no lamentar.


  

Transporte en Oporto: hay buses, metro y tranvía. Hay dos tranvías (el 22 y el 1, si no me confundo), que son los que te hacen un recorrido turístico. Nosotros no los usamos. Sí cogimos el metro, muy nuevo y cuidado. También cogimos el funicular para subir del puente de Luis XVI hasta un poco más arriba de donde sale el tranvía 22, para no subir muchas cuestas. Cuesta euro y medio (tarjeta incluida) y te da para coger cualquier tranvía, metro o autobús gratis en la siguiente hora (tantos como quieras).


  

Comer: comimos en un restaurante que está en la Rua de Passos Manuel, pasando el coliseo de Oporto hacia arriba. Se llamaba Don Grilo y se come bien, mucho y barato. Recomendable al máximo. Además al lado hay un supermercado por si se necesita comprar comida para el apartamento.

Parking: al lado del hotel Ibis de la Rua de Alegría. 10 euros el día entero.

Y bien, empezamos el recorrido:

LUNES 26 DE DICIEMBRE:
Después de llegar, instalarnos y comer, nos pusimos las botas de agua y empezamos a caminar. Bueno, realmente la primera parada fue una pequeña sobremesa en el Café Majestic, que, sí, es bonito, pero tampoco imprescindible. 


Después  fuimos dando un paseo por la Rua de Santa Catarina hasta la Capela das Almas, bien bonita, sobretodo por fuera, después por Fernandes Tomas viendo el Mercado da Bolhao hasta la Igreja da Trinidades



Bajamos por la Avenida dos Aliados (hay un información y turismo a la izquierda del Pasos do Concelho) y cuando llegamos a la Rua dos Clérigos seguimos en dirección a la librería Lello e Irmao (la de Harry Potter). Muy bonita, abarrotada de gente, pero merece la pena. 


Después caminamos un poco más hasta la Igreja dos Carmelitas (aquí es donde termina el tranvía 22) y dimos una pequeña vuelta pasando por la Torre dos Clérigos y la estación de San Bento camino al apartamento.


Tardaríamos unas 2 horas y media en hacer este recorrido, sin pararnos mucho en los sitios… El centro de Oporto no es tan grande como parece.

MARTES 27 DE DICIEMBRE

Suena el despertador y decidimos dormir una hora más porque está diluviando. 
Desayunamos y nos preparamos, la primera parada es la Igreja de Sto Ildefonso, cerrada, asi que solo podemos hacer fotos por fuera. Empezamos a bajar por calles (madre mia, ya verás para subirlas después…) hasta la catedral. Muy bonita, muy grande. 


Seguimos bajando (escaleras y escaleras, y además callejeando, lo cual recomiendo porque se encuentran casas muy bonitas), para ver el Museu de Arte Sacra e Arqueología, situado en la Igreja dos Grilos. En este no entramos, solo lo vemos por fuera y hacemos alguna foto al río, que ya se ve desde aquí. 


La siguiente parada es el Palacio da Bolsa. Aquí si que pagamos la entrada (6 euros y medio por cabeza), y la verdad es que es bonito, pero no para tanto precio. Visita en portugués y en español a la vez, entretenido. 

  

Justo al lado se encuentra la Igreja de San Francisco (y cuando digo al lado digo pegando, porque el palacio de la bolsa se encuentra construido sobre el antiguo claustro de la iglesia…). El ticket de acceso a la iglesia da también entrada a un pequeño museo (una habitación con 4 figuras) y a las catacumbas. Muy bonito todo.


Llegados a este punto, y dado que había parado de llover un poco, empezamos a callejear por la Ribeira, a hacer fotos, en dirección al puente de Luis I


Nos planteamos cruzar al otro lado del río para visitar alguna bodega, pero dado que el tiempo no acompañaba, decidimos dejarlo para otra ocasión. 


Cogimos el funicular con intención de tomar después el tranvía 22, pero dado que quedaban todavía 25 minutos para que llegara (pasa cada media hora), y como llovía a mares, fuimos en busca del metro para acercarnos a nuestro “restaurante de confianza”, el mismo sitio donde comimos el día anterior.


Por la tarde no hicimos mucho más. Salimos a pasear pero sin prisas, simplemente a disfrutar de la ciudad dado que había dejado de llover (aunque las nubes persistían). Pongo alguna fotito, aunque no hay mucho más que contar.



MIÉRCOLES 28 DE DICIEMBRE

El día del regreso... Desayunamos tranquilamente (para eso son vacaciones), recogemos, hacemos las maletas, y para casa poco a poco, intentando esta vez pasar por los peajes correctos.