Sahelion ki bariIndia de nuevo, parte 4.

Viernes, 29 de Diciembre de 2017.

Por la mañana desayunamos en la habitación con Pablito (nuestro fiel compañero de viaje) y a las 8:30 estamos cogiendo un tuktuk que por 100 rupias nos lleva hasta Chand Pole Gate, donde nos espera Abdul con su coche.

Se tardan 3 horas en llegar a Ranakpur, que abre a los turistas a las 12, y antes de poner rumbo Ranakpur tenemos que visitar unos famosos jardines de Udaipur, Sahelion ki bari.

Sahelion ki bari


Los jardines no diría que son imprescindibles, pero tampoco creo que no merezca la pena visitarlos. Hay unos cuantos estanques con fuentes, y otras fuentes sin estanque.

Estos jardines fueron construidos por el Maharana Sangram Singh II sobre 1720, para que las mujeres de la corte se entretuvieran en ellos.

Sahelion ki bari

La entrada son 50 rupias, así que como bien digo, dan para un tranquilo paseo de 20 minutos. Además, no hay nadie en ellos.

Por el camino a Ranakpur paramos a ver una noria de agua que funciona por tracción animal.

Hay un autocar de italianos parado también. Y un par de coches indios, que con pintas de turista, también han decidido bajar y observan el espectáculo. Me sorprendo, y no oculto mi cara de “¿en serio?” cuando veo que un par de italianas colocan su cámara a medio metro de la cara de una de las indias, dispara una foto, y se marcha sin decir nada.

Sahelion ki bari

Que, una cosa es un robado y otra cosa hacer fotos a la gente como si fueran animales en un zoológico. Me hace plantearme si esto de que todo el mundo pueda viajar es bueno o si quizás deberíamos sacarnos un carnet de “buenos hábitos turistas”…

Continuamos camino, a muy buena velocidad para lo que había oído del caos de las carreteras indias. A Ranakpur son 100 km desde Jodhpur… creo que esas 3 horas están estimadas en el caso de encontrar tráfico extremo. Nosotros encontramos pocas vacas pero varias estampas típicas indias.

De Udaipur a Jodhpur De Udaipur a Jodhpur

Paramos en una tienda de alfombras, donde nos explican brevemente su proceso de fabricación. No pretendíamos comprar nada así que no tardamos mucho.

De Udaipur a Jodhpur

Y, tal y como esperaba, a las 11:30 estamos en Ranakpur.

Ranakpur


Tenemos que hacer tiempo hasta que nos dejen entrar, así que tras "deleitarnos con las magnificas tallas que adornan los lados del bello edificio de mármol", nos sentamos en una sombra simplemente a esperar.

Ranakpur

A las 12 ya dejan que los 15 turistas que estamos por allí podamos comprar entradas y acceder. Abdul nos ayuda a sacar las nuestras y nos indica que dejemos todas nuestras cosas, menos la cámara de fotos, en el coche. No se puede acceder con mochilas ni con móvil y objetos de cuero.

Ranakpur

En el precio se incluye una audioguía en español, así que nos la colgamos al cuello y comenzamos la visita.

Ranakpur

Este templo es uno de los más bellos del jainismo, y se construyó entre 1437 y 1458. Se dice que hay más de 1444 pilares, pero que aun así es imposible contar todos. Todos estos pilares, por supuesto, son de mármol y con la característica de que son todos diferentes entre sí.

Al final estamos casi una hora en el templo, entre escuchar la audioguía, que además nos tuvimos que turnar (la mía se quedó sin batería) y hacer fotos.

Ranakpur

Había leído que en Ranakpur había muchos monos… y sería quizás que esperaba hordas (a lo Monte Popa), pero por la zona del templo no me crucé con muchos.

Eso sí, por la carretera sí que se veían muchos monos, esperando a que los coches paren y les alimenten. De hecho en cuanto bajas la velocidad, se suben al capó con un descaro como solo ellos se pueden permitir.

Ranakpur

Paramos a comer por el camino (330 rupias dos personas), Abdul come con nosotros. Pica un poco (pedimos comida que no picara, o ese era el plan), y Abdul les echa la bronca por ello (o eso entiendo, juntando las 4 palabras que sé traducir). Aun así comimos bien y muy rico… claro que nosotros comemos cantidades europeas de comida y ellos no.

Vamos contrarreloj, porque a las 16 es la última entrada al fuerte de Jodhpur, la llamada "fortaleza de Mehrangarh".

Fuerte de Mehrangarh


Jodhpur es la segunda ciudad más grande del Rajasthan, y eso se traduce en un denso tráfico que Abdul intenta evitar a toda costa.

Pero llegamos. Mientras escucho sus indicaciones (“os dejo y tenéis que caminar hasta las taquillas, a mano izquierda, no os entretengáis con nada, id rápido, coged también el ticket para subir en ascensor, pero luego bajáis andando, y yo os espero aquí, de todas formas me llamas y os voy a buscar”), miro asombrada al imponente fuerte que se elevan en una colina.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Se empezó a construir en el siglo XV, pero como ocurrió con el de Udaipur, fueron añadiendo palacios y estancias hasta configurar lo que es actualmente. Dentro se pueden visitar el palacio de la Perla (Moti Mahal), el de las flores (Phool), el de los espejos (Sheesha), y más.

Por cierto que si este no es el primer viaje de India sobre el que leéis, la imagen de estas manos os será familiar.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Si no las habéis visto nunca, contaros que representan las manos de las mujeres del maharajá Man Singh, que se inmolaron en el funeral de dicho maharajá.

Como el palacio cierra al ponerse el sol (17:30 aproximadamente), corremos como alma que lleva el diablo hacia las taquillas. Compramos los tickets, buscamos apresuradamente el ascensor… y nos toca esperar una cola de unas 40 personas, hasta que por fin llega nuestro turno.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Al menos se lo han currado un poco, y ya casi llegando al ascensor hay un cartel en el que indican lo singular del punto en el que nos encontramos: dos tipos diferentes de piedras, una llamada “welved tuff”, de origen volcánico, y la otra arenisca. Dicen que estas piedras están tan bien conservadas que las han nombrado “Monumento Nacional Geológico”.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Accedemos al fin al fuerte. También hay mucha gente, pero menos que en Udaipur (lo cual era bastante fácil de conseguir). Vamos a carreras porque no queremos perdernos nada. Tan a carreras que de repente veo que hemos llegado al final. Y nos sobra tiempo. Así que nos damos la vuelta y visitamos de nuevo el palacio, contracorriente, pero disfrutando de cada patio, de cada estancia, y haciendo muchas, pero que muchas fotos.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

En este fuerte se puede caminar por las murallas, donde aún se encuentran y en la misma posición los cañones que se usaron para derrotar al ejército de Jaipur hace unos cuantos siglos.

Aunque a mi me fascinan las vistas: Jodhpur es conocida como la ciudad azul, porque sus casas están pintadas de este color. Es una ciudad enorme, y además al estar poniéndose el sol, los sonidos de claxons y coches quedan ocultos tras la llamada a la oración de los musulmanes.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Qué curiosa esa convivencia entre musulmanes e hindúes en India (y si te apetece, lee un poco de la religión que Akbar, musulmán, creó, para que ambas religiones pudieran coexistir pacíficamente).

Bajamos sin hacer uso del ascensor, y llegamos casi de noche al parking, donde Abdul nos espera para llevarnos al hotel.

Me he quedado con ganas de callejear por el mercado de Jodhpur; de ver la torre del reloj y de haber pasado al menos una mañana allí. Pero no da tiempo para más; en este viaje vamos con el tiempo justo.

La guesthouse que hemos escogido por booking vuelve a estar situada en una zona inaccesible para un automóvil. Acordamos precio con un tuktukero, que dice que mañana nos recoge gratis (o eso entiendo) y tras 5 minutos en un laberinto de callejuelas, llegamos a la haveli donde vamos a pasar la noche.

En lo que acaban de prepararnos la habitación (pedimos camas separadas), nos invitan a subir a la terraza a admirar las vistas. No creo que vayamos a ver nada…. Pero me confundo. India nunca es lo que parece, y no parece lo que es. Tenemos casi al lado la fortaleza, iluminada al ser de noche.

Fuerte de Mehranghar Jodhpur

Acabamos cenando una tortilla y un yogur con galletas en la misma terraza. Mañana por la mañana subiré para ver bien la fortaleza.

Datos prácticos:

Hotel de Jodhpur: Shahi Guesthouse, reservado en Booking, por 3000 rupias (38 euros) 1 noche. Muy limpio, edificio precioso, pero alejado para ir andando del mercado.

Fortaleza Mehranghar: 600 rupias (8'5 euros) cada entrada. La cámara de fotos son 100 rupias y el ascensor otros 50 (por persona).

Ranakpur: abren a las 12 para los turistas. 250 rupias (4'5 euros) la entrada, con cámara de fotos y audioguía incluidas.

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