Lunes 1 de Abril de 2013

Hemos dormido muy bien en la cueva, sin pasar ni frio ni calor, silencio total, cómodo el colchón encima de la piedra. Anoche nos pusieron una cena increíble: primero un plato de sopa como de pimentón, pero los puntos eran de cuscús. 

Comida en Túnez

Después, dos “pastillas” de espinacas y huevo frito (como empanadillas, pero de medio plato cada una). 





Luego, muslos de pollo con patatas fritas y tomate, y para acompañar, una ensaladera llena de cuscús de verduras.



El desayuno ha sido un poco más espartano: trozos de pan, 2 mermeladas de membrillo, un par de dulces típicos y café con leche.

Tras recoger y pagar, a las ocho y media hemos salido dirección Sfax. Queríamos ir con calma, disfrutando del paisaje, y, a los 10 minutos hemos parado para hacer las primeras fotos, en un mirador saliendo de Matmata. 


Después de mucho rato, muchas rotondas y muchos adelantamientos (se nota que es lunes, las carreteras están llenas de camiones), hemos llegado a Sfax, y aparcado justo delante de las murallas (por un módico precio de 0'5 dinares-25ctmos).


Hemos entrado a dar una vuelta. Habíamos leído que tiene un animado zoco, que se hacen mejores compras que en Monastir o Souse porque no hay tanto turismo…. Y allí no había ni turismo ni residentes. Estaba un 90% de las tiendas cerradas, y la gente que había por las calles simplemente iban de paso. Desértico todo, qué decepción!


Al final, lo único que compramos, fue una barra de pan y un bollo hecho con cuscús (muy raro).

Y con las mismas, nos fuimos para Mahdía, por la autovía transafricana, carretera de dos carriles, sin apenas tráfico, 110 de velocidad, 1’100 dinares el peaje. Merece realmente la pena.

Decidimos, porque nos pillaba de camino, parar en El Djem, que es una ciudad que tiene un coliseo romano y un museo arqueológico que dicen que está bien.

Llegamos al coliseo, y, GUAU! Me lo esperaba grande pero… era increíble! Mucho mejor conservado que el coliseo de Roma a mi parecer, se podía recorrer entero además, subirá los niveles superiores, bajar debajo de la arena… genial genial genial. Tanto me he emocionado que al final he subido y bajado unas 200 escaleras, de tanta foto por todos lados.




Al salir (después de más de una hora dando saltos por las piedras) hemos ido al museo a ver qué había. Y nada más entrar, boquiabiertos con la colección de mosaicos que tienen.


Realmente nos ha sorprendido, y mucho, lo que hemos encontrado en el pueblo.

Y, de nuevo en el coche, esta vez pasando por mil pueblos con sus respectivos badenes. Sigo viendo a corderos que balan en las carnicerías, y hoy también he visto a un hombre paseando varios corderos (con un cordel, no en plan pastor).


Llegamos a Mahdía y la atravesamos. El hotel en el que estamos las 3 siguientes noches es un hotel de 4 estrellas en primera línea de playa, con todo incluido y piscina climatizada (no hace para baños en esta época del año). Y, está bastante bien la verdad.

Nos han dado una copa de pseudozumo de naranja al llegar, nos han subido las maletas, y la habitación es muy grande, con una terraza desde la que vemos la piscina y el mar.