Tailandia, 10 de julio (martes) de 2012: Koh Samui

10 horas he dormido. Recuperando sueño.

Vamos a desayunar al restaurante, a la orilla del mar (orilla orilla, ni 5 metros hay hasta el agua). Buffet, muy bien. 



Tras el desayuno me acerco a una agencia que vimos el día anterior en nuestro paseo (había un montón) a reservar la excursión de Koh Tao para mañana. Está cerrada, así que me vuelvo a la habitación porque a las 10:30 tenemos el masaje tailandés reservado en el spa del hotel.


Llegamos al spa (justo antes de la playa, detrás de las 5 cabañas de la derecha), subimos las escaleras, y en lo que rellenamos papeles nos ponen una especie de té. Nos pasan a una habitación donde nos cambiamos de ropa y nos ponemos unos pantalones y una camisola anchas. Nos sacan a la azotea (que es justo encima del restaurante, a pie de playa), y ahí, bajo un tenderete que daba sombra, hay dos colchonetas gordas. Nos tumbamos, y empieza el masaje.

Primero las piernas, las recorren apretando con los pulgares de arriba abajo, por diferentes caminos. Luego te doblan la pierna, siguen apretando. Para hacer más presión te agarran la pierna y te la empuja con su pie. La sube estirada, estira el gemelo, tira de los dedos de los pies. También reflexología, golpecitos, de todo. Pliega una pierna contra el tronco, se echa encima para hacer presión. Cuando ha acabado con la pierna, presiona durante un rato la arteria que pasa por la ingle, y luego la suelta y da golpecitos para reactivar la circulación.
Sigue con los brazos. Basicamente lo mismo que en las piernas, apretar, tirar de los dedos, masaje en las manos, bloqueo de sangre (controlando el pulso, eso me hizo gracia).

Media vuelta, y es el turno de la espalda. Recorre la columna apretando por los laterales. Aprieta en los riñones, hacia arriba, costillas. Esta zona la hace apretando a veces con los codos. Me da la risa, hay zonas donde me hace cosquillas, y ella se ríe también.

Para acabar la espalda, se sienta encima de mis piernas, me agarra los brazos y con un “relax” tira de mi hacia arriba. Todo mi cuerpo se levanta, excepto las piernas. Pensé que me partía.

Me da la vuelta y empieza con el cuello y los hombros. Cabeza después. Me da masaje incluso en las orejas y la barbilla.

Después de una hora, acaba.

Espero media hora, sentada mirando al mar. Maravilloso el sonido del agua mientras te masajean. Top 10 de las mejores cosas que he hecho en mi vida.

Contratamos la excursión a Koh Tao con Lomprayah, por 1300 thb por persona. Nos pasan a buscar a recepción entre 6:30 y 6:45… qué madrugoooon….

Vuelvo al agua a ver si esta vez hay algún pez... y no tengo suerte. Sin embargo entablo conversación con un inglés que sale del agua con las gafas de bucear de la mano, y me recomienda que si quiero ver peces lo que debo hacer es atravesar el hotel de la derecha para ir a la playa de al lado, que es sencillo, y ahí hay rocas y peces, porque resulta que en este lado desemboca el río y por eso el agua está tan turbia.

Decido seguir sus recomendaciones y me voy con la cámara y la toalla a atravesar un hotel en el que no estoy alojada. Doy mil vueltas atravesando calles que no conozco, tiendas, restaurantes, un hotel, dos carteles de "prohibido el paso / only guests".... Por fin llego a un puentecito, lo atravieso, y aparezco en la playa. Dejo las cosas en una roca y me meto. Todo piedras, de hecho me corté....


Veo un par de peces grises feos. Un par de los españoles normales. Anda mira, el amarillo típico del caribe. Ui, mira, peces mas grandes! Se va animando, cada vez hay peces más bonitos.



El agua estaba menos turbia que ayer, aunque las fotos no salian bien del todo. 



De vuelta, el mismo recorrido, las mismas prohibiciones. 

Vamos a comer al restaurante de la playa, el mismo del desayuno. Pedimos un arroz frito con pollo y unos tallarines chinos, también con pollo. Unos 11’5 euros dos personas.


Luego volvemos a la habitación, hace un montón de calor fuera, no se puede estar… ordenador. Y me cambio para ir a bañarme a la playa, pero resulta que cuando salimos no hay sol, sino muchas nubes, y no apetece bañarse. Caminamos hacia un lado, nos sentamos en unas tumbonas, caminamos hacia el otro lado. Se cubre el cielo, está todo negro, casi empieza a llover.