No os vayáis a confundir: nunca he comprado un billete para volar en business.

Entonces este post, ¿de qué va?. Pues va de alineaciones de planetas, coach classes, overbookings.... bueno, en definitiva, de suerte.
Business Etihad

Es la segunda vez que me cambian a business. La primera vez fue en 2014 volviendo de Kuala Lumpur con Turkish Airlines: mi asiento de turista estaba roto así que me llevaron a un asiento libre en business. Pero sólo pude hacer uso del asiento. Nada de amenities, comidas ni nada.

Esta vez ha sido diferente. Vuelo de Abu Dhabi (EAU) a Ho Chi Minh (Vietnam), casi 8 horas. Sin motivo aparente, en la puerta de embarque, nos indican que nuestros asientos los van a cambiar y vamos a business. ¡A business!



Qué vas a encontrar en Etihad Business


Asientos:

Etihad dispone de tres tipos diferentes de asientos en Business: el más bajo, que simplemente es un "asiento más ancho y mullido". El más alto, llamado "Estudio Business" y el del medio, el nuestro, el asiento-cama.

Estos asientos son compartimentos dobles en el centro, pero con una mampara extraíble para poder crear una separación con tu compañero de asiento (en caso de que quieras).

Los asientos son butacas reclinables y convertibles en una cama. Poder dormir en un vuelo en posición horizontal, ¡qué maravilla!.

Pero no acaba aquí. Aparte de todos los botones para poder ajustar la inclinación de tu sillón, también tienes otros botones para poder...¡darte masajes!. Sillones con masajes, alucinante :O.



Amenities:

Aquí no hay "pequeñas almohadas" y "mantas del ikea". Aquí, como habéis podido ver hace un par de fotos, hay un gran cojín y una manta guateada de doble capa.

Al igual que en turista, te dan unos auriculares de diadema que tapan casi toda la oreja. Y un neceser con un tejido basado en el diseño Emiratí "Sadou", creado por los artesanos en Sougha (y todo esto lo sé porque venía una tarjeta dentro explicándolo).

Dentro del neceser había: calcetines, cepillo de dientes y un antifaz (más gordito y ajustable a la cabeza).

Tapones para los oídos y una bolsita con utensilios que nunca se me habría ocurrido usar en un avión: discos de algodón (¿para desmaquillarse?), bastoncillos para los oídos y una lima de uñas.



Y otra bolsa con bálsamo labial de oliva y crema para las manos con olor a menta, de Korres.



La comida:

Mira que no soy yo de comer en los aviones... Nada más sentarnos, además de la botella de agua que teníamos en nuestra mesilla del pasillo, nos ofrecen una copa de champán. Y la carta, de la que puedes pedir lo que quieras cuando quieras. Nada de esperar a que pasen las auxiliares de vuelo con los carritos de comidas... no no. Pides y te lo hacen. Para cuando quieras.



Estos son los dos desayunos de los que disfrutamos.




Y esta, una de las comidas.



Voy a reconocer que fui al baño a ver si tenía algo diferentes a los de turista... pero no. Era un baño normal y corriente. Así que ni hice fotos. Yo que me esperaba un jacuzzi o similar.... ;).
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Posiblemente debiera haber aprovechado más: comer más, pedir más, moverme más, hacer más fotos... pero lo único que me interesaba era descansar. Así que la mayor parte del trayecto dormí... y llegué nueva a mi destino. 

Siempre que veo alguna foto de famosos saliendo de los aeropuertos tras un vuelo trasatlántico me preguntaba "¿cómo lo hacen para estar tan estupend@s?". Pues ahora lo sé: viajan en business... A día de hoy yo no puedo permitirme pagar por ello, pero si pudiera, no lo dudaría: viajar así es un lujo.

¿Y tú? ¿Has viajado en business alguna vez? ¿Cómo fue la experiencia?