Martes, 11 de Agosto de 2015: Rozando la frontera de Camboya

Hoy nos hemos levantado una hora antes… uf, como cuesta madrugar! A las siete nos recogía Synat, pero esta vez nos iba a llevar su hermano mayor con el coche hasta Preah Vihear (pronunciado “Préa Vigíar”).

templo preah vihear tailandia camboya

En tres horas, a una velocidad considerable, y preguntando 4 veces que por dónde se iba a Preah Vihear, hemos llegado al edificio donde se sacan los tickets. Son 10$ por persona, pero hay que pagar otros 25$ por el jeep que te sube hasta el templo.

Aprovechamos para ir al baño y desayunar los picnics que llevábamos en el maletero antes de subir al 4x4, y a las 10 y veinte comenzábamos el camino de subida.


Antes de nada, voy a comentar un dato importante sobre este templo. Se encuentra en la frontera entre Tailandia y Camboya, y durante muchos años fue disputado por ambos países (basándose en qué país era el descendiente del reino jemer, por ejemplo).

frontera entre tailandia y camboya en preah vihear
Esa pequeña linea amarilla es la frontera entre Tailandia y Camboya

En 1963 el Tribunal Internacional de la Haya sentenció que, como puede pensarse en un primer momento, si el templo está dentro de la frontera de Camboya, el templo es de Camboya (los Tailandeses alegaban que esta frontera había sido impuesta por los franceses en 1907).

templo preah vihear tailandia camboya

Esta sentencia no sentó muy bien a los tailandeses, y fue a peor cuando fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008

Ambos países desplegaron militares a lo largo de la frontera próxima al templo, y tanto en 2008, 2009 como 2011 hubo enfrentamientos militares entre ambos ejércitos.

altar en templo preah vihear tailandia camboya
Durante toda la subida al templo (que era un puerto de montaña de primera categoría superior, un coche normal no lo sube ni en broma… así que el todoterreno estaba más que justificado) había casas y gente viviendo, militares suponemos que son todos, y en el templo lo mismo, militares sentados en un montón de piedras, con walkie talkies, controlando la zona.


Dejando de lado el conflicto militar, el templo es una pasada.

 

Se llama “el templo del cielo”, y es que está construido en lo alto de una montaña (las montañas son muy importantes para el hinduismo), al borde del precipicio.

Vistas desde el templo

Data del siglo IX y conecta 5 caminos y puertas con los Gopuras (edificios cruciformes) dedicados a Shiva como “El Señor de las Montañas” (Shikharesvara).

uno de los pasillos entre los gopuras de preah vihear

Tiene más de 800 metros de largo, desde el primer gopura hasta el quinto, y todos cuesta arriba.

gopura en preah vihear, tailandia y camboya

Creo que nos cruzamos con 6 turistas en todo el recorrido. Es decir, que estuvimos prácticamente solos.

Al ir con Synat, nos iba contando diferentes historias de los grabados de las puertas.


Una por ejemplo, de una reencarnación de Shiva, que de pequeño era pastor y hubo una tormenta y como sus amigos pastores se mojaban, levantó una montaña para protegerlos.

Aunque la que más se repite es la de Kala, la diosa del tiempo.


Estuvimos dos horas, más el tiempo de bajada en el todoterreno.

Genial la visita.

De ahí volvimos directamente a Siem Reap. Llegamos sobre las cuatro y cuarto. Esta vez solo 9 horas de excursión, no está mal.

Bajé a comer, porque desde el desayuno no había comido nada, y encontré un restaurante (elegí más bien, porque restaurantes hay a patadas) uno para comer un amok fish, tan famoso en Camboya. 3 dólares en Sok San Cafe Bistro, en la misma calle del Genevieves y Haven.

Tras descansar un poco bajé a dar un paseo por Siem Reap, hasta el night market. Hay puestos y en las calles son todo o masajes o restaurantes. Y turistas, madre cuántos turistas. Me recuerda a la calle principal de Ubud, pero en vez de ser una sola calle, son unas 15 o 20.


Y al hotel a ducharse y descansar. Ese ha sido el día de hoy.